Desear tener más de lo que tienes o ser mejor de lo que
eres no es malo, pues luchar por salir adelante, por
cumplir tus metas y aspiraciones habla de una persona
que busca superarse y sobresalir, el problema viene
cuando comienzas a compararte con los demás o a
sentirte inferior a ellos. A veces sin ni siquiera pensarlo
el ver a los demás que les va bien, como lucen o cuanto
tienen comienza a ser una medida dura de comparación
que lo único que provoca es que te sientas incompleto,
restes importancia a lo que tu haces o termines por creer
Si hoy es uno de esos días en que por algún motivo han
pasado por tu mente pensamientos de inferioridad, si
has pensado que eres una simple casualidad de la vida o
en tu corazón hay cualquier clase de sentimiento que te
dice que no eres suficientemente importante ¡ES
MENTIRA! Solo piensa por un momento quien te formó
desde el vientre de tu madre, a quien eres semejante, de
donde provienen todas las bendiciones, ¿lo sabes? ¡Es
de Dios! Él te ha formado delicada y cuidadosamente y
con un propósito que no se quedará a medias.
A pesar de que dicen que los tiempos han cambiado, y
de la lucha constante de muchos por la igualdad, hay
inconformidad o inferioridad, como una continua batalla
en la mente, donde juzgan su físico, su nivel académico,
su posición social y todo cuanto se les presenta en sus
pensamientos, dejando de lado la aceptación y el
agradecimiento a Dios por lo que en su bondad y
misericordia les ha brindado.
Desear tener más de lo que tienes o ser mejor de lo que
Desear tener más de lo que tienes o ser mejor de lo que
eres no es malo, pues luchar por salir adelante, por
cumplir tus metas y aspiraciones habla de una persona
que busca superarse y sobresalir, el problema viene
cuando comienzas a compararte con los demás o a
sentirte inferior a ellos. A veces sin ni siquiera pensarlo
el ver a los demás que les va bien, como lucen o cuanto
tienen comienza a ser una medida dura de comparación
que lo único que provoca es que te sientas incompleto,
restes importancia a lo que tu haces o termines por creer
que según lo que tienes es lo que vales
Si hoy es uno de esos días en que por algún motivo han
pasado por tu mente pensamientos de inferioridad, si
has pensado que eres una simple casualidad de la vida o
en tu corazón hay cualquier clase de sentimiento que te
dice que no eres suficientemente importante ¡ES
MENTIRA! Solo piensa por un momento quien te formó
desde el vientre de tu madre, a quien eres semejante, de
donde provienen todas las bendiciones, ¿lo sabes? ¡Es
de Dios! Él te ha formado delicada y cuidadosamente y
con un propósito que no se quedará a medias. No te
compares con nadie, Dios hizo a cada persona diferente,
unos con unas cualidades otros con otras, según sus
planes y proyectos, lo que hoy tienes Él te lo ha dado, y
lo que te hace falta ¿Quién te ha dicho que no te lo
puede dar? Dios hace todo perfecto, por lo tanto eres
una perfecta creación de Dios, Él te ama tal como eres,
ama cada una de las cualidades que tienes hasta esas
que tal vez no has descubierto, a Dios no le interesa tu
apariencia física porque para Él eres la mas hermosa
criatura, no le importan tus posesiones materiales
porque Él es el dueño del oro y de la plata, y por lo tanto
tampoco dejará que te haga falta nada.
Deja de lado esos pensamientos tristes y comparaciones
que lo único que provocan es que no te des cuenta el
verdadero valor que tienes, los planes de Dios para tu
vida van mucho mas allá de lo que te puedes imaginar, lo
que tiene preparado para ti es mas de lo que tus ojos
hoy pueden ver, de estatura alta o baja, delgado o
regordete, rico o pobre, ¿Qué mas da? Eso es envoltura,
Dios ama tu corazón.
Dios mío, tú fuiste quien me formó en el vientre de mi
Dios mío, tú fuiste quien me formó en el vientre de mi
madre. Tú fuiste quien formó cada parte de mi cuerpo.
Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias.
Todo lo que haces es maravilloso, ¡de eso estoy bien