1. Yo escucho, buen Jesús,
tu dulce voz de amor,
que, desde el árbol de la cruz,
invita al pecador.
Yo soy pecador,
nada hay bueno en mí;
ser objeto de tu amor
deseo y vengo a ti.
2. Tú ofreces el perdón
de toda iniquidad,
sí el llanto inunda el corazón
que acude a tu piedad.
Yo soy pecador,
ten de mí piedad;
ve mi llanto de dolor
y borra mí maldad.
3. Prometes aumentar
la fe del que creyó,
y gracia sobre gracia dar
a quien en ti confió.
Creo en ti, Señor,
sólo fío en ti;
dame tu infinito amor,
y basta para mí